Shariputra

El Venerable Shariputra, uno de los grandes maestros budistas y discípulo personal de Buda Sakyamuni, contaba una historia que ilustra lo irónico que puede resultar el karma. Shariputra pedía que imaginásemos esta escena:

Un hombre está delante de su casa, comiendo el pescado que había capturado en el estanque, mientras sostiene en su regazo a su hijo y golpea con el pie a su perro, que intenta acercarse para comerse los restos del pescado. Podríamos pensar que esta escena no tiene nada de especial. Shariputra dijo:
“Se come la carne de su padre y da patadas a su madre.Mató a su enemigo y ahora lo sostiene en brazos.Su esposa roe los huesos de su esposo.¡Qué farsa puede ser el samsara!”

¿A qué se refería el Venerable Sharadvatiputra al decir esto? Resulta que el padre de aquel hombre había muerto y había renacido como pez en el estanque. El hombre capturó a su padre el pez, lo mató y se lo estaba comiendo. Su madre tenía mucho apego a la casa, así que renació como su mascota, el perro. El enemigo del hombre había sido ejecutado por violar a su esposa, y como el enemigo tenía tanto apego por ella, había renacido como su hijo.
Así pues -explicaba Shariputra- mientras este hombre se comía la carne de su padre -el pez-, el perro -que era su madre- intentaba comerse los restos de pescado y recibía patadas de su hijo. Y su propio hijo, a quien ahora sostenía en su regazo, era quien violó a su esposa y a quien él mismo había matado por ello.

No te aferres demasiado a tus amigos: No sabes hasta cuándo serán tus amigos. No te enfrentes a tus enemigos: Pronto podrían ser tu propio hijo. Antes que ignorar el destino de tus actos, mejor sé compasivo con todos los seres por igual.

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